El nuevo informe de la FAO advierte del impacto de la pandemia del COVID-19 y la autosuficiencia alimentaria en todo el mundo y entre las medidas para frenar el impacto de la pandemia recomienda a los gobiernos declarar la agricultura como actividad estratégica.

El informe, detalla una serie de recomendaciones para enfrentar la crisis.

“Es clave que los gobiernos declaren la alimentación y la agricultura como actividades estratégicas de interés público nacional, con apoyo de todos los órganos del Estado y de la población. Es esencial mantener vivo el sistema alimentario, para que la crisis sanitaria no se transforme en una crisis alimentaria”, explicó Julio Berdegue, Representante Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Según la FAO, América Latina, el Caribe y los mercados internacionales tienen reservas suficientes para alimentar de forma adecuada a sus habitantes en los próximos meses.

El informe señala que el principal desafío en el corto plazo es garantizar el acceso a los alimentos de la población que está cumpliendo con las medidas de seguridad sanitaria, especialmente para quienes han perdido su fuente de ingresos.

La FAO señala que la región ha visto empeorar su seguridad alimentaria en los últimos años, y que la pandemia podrá́ impactar de forma especialmente severa a aquellos países que ya venían presentando una condición de inseguridad alimentaria.

Y es que las huertas caseras y cosechar los propios alimentos tienen ventajas y beneficios muy claros como el hecho de que las plantaciones son más sostenibles ya que los recursos utilizados son totalmente naturales. Además de que también nos ayudan a economizar dinero en la compra de alimentos apoyando a los sectores más desfavorecidos.

Por último, podemos decir que sembrar nuestra propia comida es un hábito más saludable ya que uno está consciente de lo que planta eliminando el consumo de productos químicos nocivos para la salud.