El cultivo en espacios urbanos sin suelo (balcones, terrazas o patios) nos obliga a usar crear una huerta en el jardín con recipientes para albergar nuestras plantas. Estos recipientes pueden ser muy variados; podemos utilizar mesas de cultivo, macetas, jardineras, recipientes a partir de materiales reciclados o construirlos nosotros mismos utilizando bloques, madera u otros materiales.
Aquellas personas que disponen de un pequeño jardín en sus viviendas pueden utilizarlo para crear una huerta de forma sencilla, preparando el suelo para el cultivo de hortalizas. Sin embargo, la gran mayoría de la población que habita en las ciudades no dispone de un terreno en casa, lo cual no es un impedimento para tener una pequeña huerta adaptada al espacio disponible. De hecho, podemos crear una huerta prácticamente en cualquier lugar; ventanas, balcones, terrazas o patios utilizando recipientes reciclados para el cultivo.
En la actualidad la mayor parte de las personas viven en las zonas urbanas donde predomina el ruido y el estrés. Es por eso, que se hace cada vez más difícil encontrar paisajes donde podemos observar la actividad agrícola ya que se han reducido drásticamente dando paso a los espacios dedicados a la industria y a los servicios.
La idea de tener una huerta se asocia por lo general a las personas que viven en el campo, en pueblos alejados, de entornos mayoritariamente rurales, pero no a las ciudades. Un concepto que ha estado cambiando en los último años, el pensamiento de que en las ciudades no hay suficiente espacio para tener una huerta se ha ido modificando.
El nuevo informe de la FAO advierte del impacto de la pandemia del COVID-19 y la autosuficiencia alimentaria en todo el mundo y entre las medidas para frenar el impacto de la pandemia recomienda a los gobiernos declarar la agricultura como actividad estratégica.
Sabías que se estima que alrededor de 800 millones de personas alrededor del mundo se dedican a la agricultura urbana, produciendo del 15% al 20% de todo el alimento que se consume en el planeta. La ONU y la FAO alientan a los gobiernos de cada nación a incentivar la población para que se dediquen a cultivar los propios alimentos como un modo de vivir más sostenible haciendo una buena gestión de los recursos naturales.